“Qué fue eso?”
preguntó Al.
“Un Truks y no
siento a Rachel cerca” respondí.
“Yo no puedo estar
segura de que sea uno” habló Luz.
“Pero yo si, y
Rachel puede estar en peligro”
Estábamos de pie
en el aparcamiento, tratando de poder sentir la presencia de nuestra amiga.
“Es imposible no
la siento, debe estar muy alejada de nosotras” dijo frustrada Carol.
“Yo la encontraré”
dije.
Me concentré en
los ojos de Rach y enfoqué todo mi poder para poder penetrar su mente, a
cualquier distancia que se encontrara.
Por un largo
minuto no capté nada, por suerte un segundo más tarde podía ver a través de sus
ojos. Estaba con Scott en su camioneta, habían aparcado a un lado del camino
que conduce al lago.
“Rach!! Tienes que
salir de ahí” le grité
Ella interrumpió
su sesión de besos con su novio y miró en todas direcciones.
“Eris?”
“Ella no está
aquí, seguimos?” le dijo él, con su seductora mirada.
“Tienes razón, lo
siento”
“Rach por Dios,
estoy dentro de tu mente. Escúchame con atención, hay un Truks cerca y creemos
que está cerca de ti. Utiliza el aire para desmayar a Scott y sácalo de ahí
ahora, nosotros ya vamos”.
“Noooo..., cómo…?”
gritó.
“Shh, nena está
bien” le aseguró.
“NO, nada está
bien. Arranca y sácame de aquí…ahora!”
“Pero…”
“AHORA”.
“Alex ven conmigo,
Carol, Luz ustedes tomen el auto de Rach y síganme”.
“Cómo la has
encontrado?”
“Soy buscadora
Luz, ahora no hay tiempo”
Nos subimos a los
vehículos y corrimos sobrepasando el límite de velocidad permitido, expandí el
enlace mental que hice con Rach para que el resto tuviera acceso a lo mismo que
yo.
“Wow, puedes leer
mentes” exclamó Alex.
No respondí,
estaba demasiado concentrada en no perder el enlace con Rach y
transmitiéndoselo a los demás.
Estábamos a unos 200 Km., aunque fue
demasiado tarde. El Truks ya los había alcanzado.
“Qué es eso?”
gritó Scott.
“Solo acelera,
#@&~” le pedió Rachel vociferando a todo pulmón unas palabrotas adicionales.
El muchacho pisó a
fondo el acelerador sin hacer preguntas, me figuro debió ser por la cara de
pánico que tenía la pobre chica y ella seguía gritando algo en rumano. El
demonio los interceptó sujetó a la enorme camioneta y la lanzó por el aire.
El automóvil chocó
contra el suelo arenoso a un lado de la carretera, llegamos en el instante en
el cual el demonio se abalanzaba sobre mis amigos y Carol lo atacó con una
ventisca de hielo, lo que le produjo profundos cortes.
Luz lo atrapó en
una esfera de agua con la intención de ahogarlo, aunque de nada serviría sus
intentos y yo me apresuré hacia el auto, que yacía volcado a mi derecha, para
auxiliar a los dos jóvenes.
“Eris, no me
responde” lloró Rach al verme.
“Primero
saquémosle de aquí. Alex”
Entre los dos
sacamos al golpeado chico, este además de tener unas cuantas magulladuras y
cortes, debe de tener una buena cantidad de huesos rotos pensaba.
Rachel lloraba
sobre el cuerpo inmóvil de su novio.
Tengo que pensara
en una solución y rápido me gritaba en mi mente, no tuve tiempo suficiente más
que para reaccionar.
Mis sentidos de
cazadora se avivaron cuando conté la cantidad de demonios que nos rodeaban.
Era inexistente la
sola teoría de que los Truks cazaran en grupos tan grandes, había contado seis
poderes a parte de los nuestros y ya se encontraban dentro de mi campo visual.
Invoqué a
Glospolina y corté al primer monstruo por la mitad.
“Luz, Carol vallan
donde Rach y Alex y ayúdenme a formar una barrera protectora” grité.
No vacilaron.
Formamos la barrera y tuve que abofetear a Rachel para que mantuviera la
cordura.
“Eris hay
demasiados” a Luz se le trabaron las palabras por el evidente terror que
sentía.
No solo había seis
a la vista, sino que eran unos diez demonios cazadores de Shader.
“Muy bien,
tendremos solo una oportunidad. A mi señal corran a los autos y se van de
aquí.” Les dije.
“Eris no te dejaré sola”. Bramó Alex.
“No me quedaré,
iré detrás de ustedes. Soy incluso más rápida que tu vehículo. Avisaré a Shion
que ponga las barreras”.
Me concentré
nuevamente y tomé posición dentro de la mente de la anciana.
“Shion tenemos
problemas”.
Dejé fluir las
imágenes por la conexión y ella empalideció.
“Oh por Dios,
tiene que salir de ahí cuanto antes”
“Eso trato,
prepárate” le advertí y corté la conexión.
Volví en mí y me
volteé a mirar los rostros horrorizados de mis amigos, no tenía tiempo para
sentir miedo.
“Alex carga a
Scott, Luz, Carol y Rachel refuercen la barrera en cuanto salga con el fuego.
Yo sé que lo pueden hacer, dos elementales y una conjuradora pueden con algo
más grande que esto”.
“Me quedo contigo”
me advirtió Luz.
Negué con mi
cabeza y me encaminé fuera del escudo.
“Cómo…” Rach
presionaba mi brazo.
“En casa” le
gruñí.
Entonces di un
gran salto fuera de la barrera y caí, sobre mi pie derecho y mi rodilla
izquierda. Clavando simultáneamente mi espada en la tierra lo más hondo
posible.
Cuando comencé a
recitar el conjuro, un Truks me mordió el hombro derecho incrustando sus
afiliados dientes en mi piel.
Algunos de ellos
se rompieron donde trataron de atravesar mi tatuaje, en ningún momento solté a
Glospolina y aunque el dolor es agudo pronuncié las palabras.
“Condenado
infierno”.
No me alcanzan las
palabras para describir exactamente lo que mi conjuro realizó, fue como una
onda expansiva cargada de tal poder demoníaco, que es casi imposible de
explicar. En todo caso me quedo corta con esta explicación.
Cuando chocó
contra el escudo, hizo que este se disipara y pude ver como me observaban
atónitos.
“AHORA” les grité.
Todos corrieron en
dirección a los automóviles. Yo sabía que contábamos con dos minutos como
máximo, antes de que los cuatro demonios restantes nos dieran caza.
Escuché el rugir
de motores, y las llantas chirriar en el asfalto a mis espaldas. Me erguí y
salí a toda carrera tras ellos. Me erguí cargando mi espada con la mano de
izquierda.
Justo como pensé,
el poder de mi magia tomó desprevenidos a los monstruos y pudimos tomar ventaja
de ello.
Cruzamos el
perímetro establecido por la anciana y troté a un lado de los vehículos. La
abuela nos esperaba parada en el pórtico.
“Oh cielos niños,
se encuentran bien?”
“Si, enteras por
suerte” refunfuñé.
Llevamos a Scott
has el gran sofá del living y Rach aún no salía de su trance de sollozos y
lágrimas.
“Hagan que deje de
chillar” protesté.
“Es notable que no
tienes corazón, nunca has querido a nadie. Nunca te enamorarás” me gritó.
“Eso ha sido muy
bajo de tu parte, sino fuera por ella ahora tu no estarías y por otro lado
tiene razón. No ganas nada haciendo eso” la regañó Shion.
“Eris tu hombro!!
Tenemos que curarte” me imploró Carol.
“No está tan mal,
solo es un pequeño corte”
“Y que es lo que
debemos hacer?” preguntó Luz.
“Cazarlos” dije.
“Es una locura,
tuvimos muchísima suerte antes. No ocurrirá dos veces”. Contradijo Alexander.
“Miren, ellos no
se irán, nos quieren muertas y el chico necesita ir al hospital. Puede que
tenga rotas las costillas o una hemorragia interna y con el traslado, no quiero
pensar en que pudimos agravar las heridas” sostuve.
Yo tenía un buen
punto y el semblante de Rachel se transformó en puro dolor, no podía cavilar
esa opción.
“Vamos, hay que
eliminarlos” dijo poniéndose de pie.
“Eris” me llamaron
al unísono Carol y Luz.
“No tu no vendrás
con nosotras y las respuestas al regresar”
“Wow” exclamó Carol.
Salimos de la casa
y nuestros pensamientos se cernían sobre una sola pregunta ¿cómo lo haremos?.
No quise
contestar, tenía la esperanza que todo saliera bien.
Cruzamos el escudo
y tomamos nuestras posiciones en la formación, no pasó mucho tiempo antes de
que los Truks entraran en nuestro campo visual.
Cual relámpago, se
movieron abalanzándose sobre nosotras y justo unos segundos antes de que ellos
tomaran la ofensiva materializamos nuestras armas. Nos enzarzamos en una
violenta lucha, separándonos cada una siguiendo un blanco, sería mucho más
fácil para ellos matarnos por separado; pero no esperaron encontrarse con
alguien como nosotras.
Establecí
nuevamente la conexión colectiva en caso de que alguna necesitara ayuda. No la
iban a necesitar, Lux cortó al demonio por la mitad en cuestión de segundos y
Carol lo mutiló, dándole el golpe de gracia en el corazón.
Rach tenía
problemas en cuanto a la batalla cuerpo a cuerpo, por lo que prefirió utilizar
un hechizo; donde miles de lucecitas rojas se adentraban en el cuerpo de la
bestia.
La misma dio
alaridos tan fuertes, que resonaron en todo el bosque, ella lo estaba quemando
vivo desde adentro. Esas lucecitas eran pequeñas llamas, que pronto ocasionaron
una gran hoguera desde el interior del demonio.
Yo tuve más
problemas incluso, con mi hombro herido y sangrando no podía empuñar bien la
espada. Por suerte Shadow emergió de las sombras y con su ayuda pude matarlo.
Gracia al cielo
todo terminó y estábamos vivas, no hay muchos casos donde una Shader salga viva
de un encuentro así.
Regresamos a la
casa y casi me caí de bruces al suelo, pero Alex me atrapó. Sentí que me
desvanecía, debido a la pérdida de sangre.
“Vallamos al
hospital” mi voz era apenas un débil murmullo.
“Claro nena, no te
preocupes” me tranquilizó alguien y entonces todo estuvo oscuro.
Me desperté en la
cama del hospital, con cables por todos lados y me sentía grogui.
“Ya se despertó”
anunció quien creí era Alex.
“Mi vida estas
bien? has perdido mucha sangre, eso fue muy peligroso de tu parte” me reprendió
Shion.
“Cómo están?”
Todos entendieron
a quienes me refería.
“Si, Scott está
bien. Un poco golpeado y con algunos huesos rotos, y Rach está muy afligida”
No pude hablar,
volví a la oscuridad y mientras me sumía en el sueño escuche el monitoreo a mi
lado. El cual indicaba a todos que mi ritmo cardíaco estaba descontrolado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Qué les parece????