CLICK HERE FOR THOUSANDS OF FREE BLOGGER TEMPLATES »

18 abr 2011

Bueno, hola a todos.
A festejo de mañana (ya hoy jajajajaj) como regalo de mi para ustedes, les dejo una fragmento del Capítulo 16: Viaje.
todavía no está trnscripto del tod, ya que me faltan pasar a word como 18 hojas más pero está en proceso.

Por si se lo están preguntando a festejo de qué es esto???
Bueno, no es el cumple del blog ni eso, sino que es mi CUMPLEAÑOS 23 y como tal les dejo algo para compartir con ustedes. Espero ver sus comentarios sobre esta partesita.

Besitos y gracias por su apoyo durantetodo este tiempo.


CAPITULO 16

No tardamos mucho en llegar a casa y tampoco tardaron en llegar las peligrosas inquietudes de mis hermanas.

“Se puede saber qué hacías bailando de esa manera con Endimion?” comenzó Carol.

“Solo bailábamos” me defendí.

“Nah eso no era solo bailar, pero ninguna de ustedes se percató de que fue él quien comenzó el baile?” lanzó la bomba Rachel.

“Ahora que lo mencionas, estuvo muy raro toda la noche y si lo pienso bien parecía celoso!” caviló Carol.

“Ni hablar, ahora si que perdieron la cordura, no está celoso y además el chico tiene novia” casi grité.

“Entonces?” dijo Luz.

“Entonces nada, necesitaba una distracción después de lo de Alexander y él presentó un desafío en la escuela esta tarde. Ya basta con el tema, me voy hacer la maleta.”

Parece como que no entienden el significado de la palabra basta, ya que siguieron con sus precipitadas conjeturas y trataron de sonsacarme alguna pista más pero les fue imposible.

Tomé unas prendas de mi armario y terminé con la maleta, opté por encerrarme en el dormitorio para encontrar un poco de paz pero me fue imposible. Lo primero que vi tras los párpados cerrados fue a Endimion bailando conmigo y la expresión encolerizada en su rostro cuando me encontró con el Luord.

Me regañé a mi misma por pensar que no ocasionaría daño alguno jugar ese tonto juego con él y mira ahora estoy nuevamente pensando en él. En como se siente sus músculos bajo esa remera negra, sus ojos obsidiana fijos en mi rostro y siguiendo casa uno de mis movimientos.

Sus manos masajeando mi cintura y la sincronía de sus pasos con los míos y en la forma en la que parezco encajar totalmente con su cuerpo.

“Cómo están tus heridas?”

Me sobresalté al oír a al Murf.

“Hola, están mucho mejor y el hematoma de las costillas casi se ha desvanecido. Cómo fue tu día?”

“Vigilando el perímetro y tratando de entender qué se está cocinando.”

“A qué te refieres?”

“Algo se está cocinando a fuego lento, en el mundo demoníaco; puedo sentirlo y no sé lo que es. Además no distingo la marca de los mundos en los movimientos” puntualizó.

“La marca?”

Cada vez estaba más perdida y no comprendía nada.

“Claro, cada mundo demoníaco tiene su propia marca al igual que cada una de ustedes. Eso nos distingue, creo que tu lo tacharías de poderes, pero para nosotros son marcas distintivas de cada raza.”

“Sería lago semejante a una estela de poder?”

“No se acerca mucho, pero para simplificártelo lo podríamos poner de ese modo.”

Esto no me estaba gustando nada, algo no cuajaba en lo que me planteaba Shadow.

“No te preocupes, me ocuparé de buscar más información.”

“Gracias, y por cierto, te vienes con nostras?”

“Si no estorbo.”

“Por su puesto que no. Oh rayos, ya casi es hora de irnos.”

Abrí la puerta de un tirón, justo cuando Carol alzaba el puño para golpearla. Llevaba el bolso en una mano y con la otra sujetaba al pequeño Shadow contra mi pecho, mi hermana me lanzó una mirada de los que te dicen NI SE TE OCURRA pero abracé más a mi Murf y salé hacia el garaje.

Una vez separamos los autos en los que viajaríamos, nos dispusimos a ir en busca de los muchachos.

“Hey Rach, cargaste la ruta en los GPS?” preguntó Luz.

“Si aunque solíamos practicar hace unos años” le gritó ya subiéndose a su auto.

“Vale chicas, nos reuniremos en la gasolinera que está justo sobre el principio de la ruta 11. Digamos en una hora?” coordinó Carol.

“Vale” gritamos y nos largamos de ahí.

También acordamos tener los móviles encendidos y en teleconferencia así podríamos hablar aún estando en automóviles separados.

“Se dan cuenta de que Shion nos querrá matar por los chirridos?” dije casualmente.

“Ya, pero así no nos echará de menos” se burló Carol.

La charla era ligera y bastante animada, todas estaban demasiado felices de poder pasar una semana con sus novios, pero yo en cambio estaba que podría cortar los clavos con los dedos de la tensión que sentía por pasar las siguientes horas encerrada aquí con Endimion. Todas tomamos caminos diferentes en dirección a las casas de los chicos, si bien habíamos acordado el punto de encuentro y la hora del mismo mi corazón y mi sentido común estaban reacios a acercarse al departamento de End, pero no solo era un acuerdo sino que también un reto ver quién llegaba antes. Así que no tuve más opción que resignarme y seguir.

Al cabo de media hora llegué a mi destino y él estaba endemoniadamente hermoso, sentado sobre el umbral de la puerta abierta y al descender del auto alzó la vista y la respiración se me quedó atascada e la garganta. Su cabello estaba un poco enmarañado, sus músculos se contraían bajo su chaqueta de cuero negra y gracias al gran bostezo que profirió tuvo que enjugar una pequeña lágrima; obligando a sus ojos estimulados por los masajes de sus dedos a permanecer abiertos.

No hacia falta ser una genio para darse cuenta de que no había dormido nada y me emocioné con la posibilidad de colarme en su mente; con usmo cuidado me interné en la pequeña fisura que se había creado en su muro de contención.

“Maldición, apenas si pude pegar un ojo y ella está tan despierta y bonita como en el instituto…”